El "terremoto viviente" asà es "Kimba", ó mejor dicho asà lo era de cachorra, ahora con casà sus dos años de edad, la innata curiosidad de los basenjis, su afán de exploración y sus locas ganas de correr siguen intactos, pero ya es más generosa en su obediencia, más resuelta en el trato y más afable con la gente que no conoce y que llegan a casa a visitarnos, porque hasta ahora lo más que podian esperar es que les oliera durante 10 segundos, y pasara descaradamente de ellos durante todo el rato. |